En el día de la fecha falleció el Profesor Dr. Roberto Madoery.
Lo conocí en el año 1988 en un ámbito que nunca le fue ajeno: las Jornadas Interresidencias de Clínica Médica. Ámbito “natural” para Roberto el de la docencia: no solo fue impulsor de numerosos eventos científicos localmente en su provincia, que perduraron en el tiempo, sino también fuera de ella en el país y a nivel Internacional.
Desde ese momento, compartí numerosos eventos de la SAM, a los que asistía y participaba activamente; alguna vez me comentó que los disfrutaba: se sentía como pez en el agua.
Pertenecía a la generación de médicos “respetables” de esa época para mi generación (para no cometer omisiones imperdonables, no menciono ninguno más); tuve la posibilidad de conocerlo un poco más en la intimidad y corroboré lo anterior: una persona inteligente, honesta, rigurosa en lo científico, continuamente estudiosa y muy generosa por compartir sus conocimientos y experiencias, un “profesor” y “formador” que deja, entre otras cosas, un invalorable descendencia: sus alumnos y discípulos.
Gracias por toda su vida profesor Roberto Madoery.