Posición de la Sociedad Argentina de Medicina con respecto a la prohibición de comercialización de Productos de Tabaco Calentado

El consumo de tabaco calentado no quemado (Heat not Burn Tobacco) es una práctica iniciada a fines de los ’80 sin gran auge inmediato, y que pega un salto importante en el consumo a partir del desarrollo de la industria tabacalera de dispositivos comerciales aptos para tal fin.

El primer producto comercial se lanza en Japón en el año 2014, luego se replica en Suiza e Italia al año siguiente y a partir de ahí llega a más de cuarenta países que actualmente permiten su comercialización.

El consumo de tabaco calentado consiste en la inhalación de sustancias químicas generadas a partir del calentamiento del tabaco por medio de un dispositivo electrónico, a una temperatura menor de la que se genera con la clásica combustión del tabaco.

Las tabacaleras promocionan este producto bajo el supuesto beneficio de una menor inhalación de sustancias nocivas y de que, al no generar humo como el tabaco combustionado, se evitaría el tabaquismo de segunda mano.

Del mismo modo se proclama que el consumo de tabaco calentado haría disminuir el consumo de tabaco convencional.

La evidencia encontrada al respecto es muy reciente y todavía escasa, pero las primeras observaciones muestran que:

-El tabaco calentado genera un ingreso al organismo de una cantidad importante de sustancias nocivas como metales, arsénico, benceno, monóxido de carbono, nitrosaminas, radicales libres y nicotina, entre muchos otros.

Si bien la cantidad inhalada es menor a la que se observa al fumar tabaco convencional, la misma sigue teniendo un alto potencial de generar daño.

-El tabaco calentado genera una corriente de inhalación principal (que va al usuario de primera mano) y otra secundaria que toma contacto con las personas del entorno (segunda mano).

-El tabaco calentado genera respuestas cardiovasculares (sobre la frecuencia cardíaca, presión arterial y rigidez de las arterias), similares a las que genera el tabaco combustionado. Lo mismo ocurre con la disfunción endotelial.

-Los usuarios de tabaco calentado suelen fumar tabaco convencional en proporciones altas, y dentro de los que solo consumen tabaco calentado, un alto porcentaje nunca fumó tabaco convencional; es decir, el tabaco calentado parece más un hábito de consumo que se asociaría al de fumar tabaco convencional o una vía de inicio al mismo, que un medio para lograr el abandono del tabaquismo.

Con estos argumentos la Sociedad Argentina de Medicina a través de su Consejo de Enfermedades Respiratorias se manifiesta a favor de la prohibición de la comercialización de Productos de Tabaco Calentado. 

Bibliografía

-Auer R, Concha-Lozano N, Jacot-Sadowski I, Cornuz J, Berthet A. Heat-Not-Burn Tobacco Cigarettes: Smoke by Any Other Name. JAMA Intern Med. 2017 Jul 1;177(7):1050-1052. doi: 10.1001/jamainternmed.2017.1419. PMID: 28531246; PMCID: PMC5543320.

-Fried ND, Gardner JD. Heat-not-burn tobacco products: an emerging threat to cardiovascular health. Am J Physiol Heart Circ Physiol. 2020 Dec 1;319(6):H1234-H1239. doi: 10.1152/ajpheart.00708.2020. Epub 2020 Oct 2. PMID: 33006919; PMCID: PMC7792702.

- Başaran R, Güven NM, Eke BC. An Overview of iQOS® as a New Heat-Not-Burn Tobacco Product and Its Potential Effects on Human Health and the Environment. Turk J Pharm Sci. 2019 Sep;16(3):371-374. doi: 10.4274/tjps.galenos.2018.79095. Epub 2019 Jul 10. PMID: 32454738; PMCID: PMC7227951.

-Kopa PN, Pawliczak R. IQOS - a heat-not-burn (HnB) tobacco product - chemical composition and possible impact on oxidative stress and inflammatory response. A systematic review. Toxicol Mech Methods. 2020 Feb;30(2):81-87. doi: 10.1080/15376516.2019.1669245. Epub 2019 Oct 2. PMID: 31532297