Las residencias no escaparon a los cambios que impuso la pandemia. En primer lugar, por el debate
sobre su rol en el nivel asistencial y los riesgos de su exposición.
En este sentido la monumental demanda de personal zanjó la discusión. Incluso los países
afectados temprana y brutalmente, como Italia, acortaron los procesos de formación para aumentar la fuerza de
trabajo.
No todas las residencias se afectaron igual mientras unos asumieron alta demanda, otros fueron reubicados
en tareas fuera de su especialidad de formación, mientras otros perdieron oportunidades con los cambios en
el modo de trabajo de los hospitales......